Tráfico de gas
El tráfico del gas refrigerante R-22 es un negocio millonario pero muy nocivo para la capa de ozono. De hecho se prohibió hace diez años por la Unión Europea.
El gas R-22 es dañino para el medioambiente y no es legal. Aún así, este gas formaba parte de nuestro día a día, ya que, estaba presente en aerosoles, neveras o aires acondicionados.
Las ventajas de este gas son que refrigera tres veces más que los legales y es más barato. Por este motivo las mafias trafican con el gas R-22, que se suele comercializar en Latinoamérica y el sudeste asiático.
Por diez toneladas de gas puede conseguirse hasta un millón de euros. Las mafias se aprovechan porque en países en vías de desarrollo no es ilegal, puesto que las leyes medioambientales son más laxas.
La Sargento del Seprona Ana Prieto ha explicado que "hoy en día está prohibida su producción pero todo el excedente que ha quedado es un punto de inicio para las mafias o empresas a la hora de obtención de beneficio".