Coronavirus
Ni siquiera el turismo nacional, que ha crecido ante la imposibilidad de buscar destinos exteriores ha logrado salvar una campaña marcada por los rebrotes de coronavirus, pero este repunte sí ha servido para aminorar un poco la parálisis turística de este atípico verano.
Son muchos los que aprovechan para apurar sus vacaciones en los últimos días de agosto. Los que lo hacen vuelven a casa tras un verano en el que muchos han decidido quedarse en España debido a la situación del coronavirus.
Ha sido un verano en el que los desplazamientos han bajado con respecto a otros años. En general esta temporada ha estado marcada por la caída de las reservas y la incertidumbre generada por los rebrotes de Covid-19.
En definitiva, han sido unas vacaciones atípicas, que aunque a muchos les han servido para desconectar ha estado acompañadas de las restricciones sanitarias y el distanciamiento social adheridos a los tiempos que vivimos.
Ante la incertidumbre de un posible nuevo confinamiento por la situación del coronavirus, son muchos los que quieren disfrutar hasta el último momento de sus vacaciones.
El sector turístico teme las consecuencias de esta mala campaña
Ha sido un verano atípico en el que las reservas en hoteles y los desplazamientos han caído en picado. Por eso para mucho propietarios "no tiene sentido comparar las cifras de ocupación de este año con las de temporadas pasadas".
En cuanto a los próximos meses muchos temen que el varapalo sea mayor: "Viendo que el turismo extranjero no puede venir y el nacional se va a mover menos que en verano, esta claro que lo que viene es complicado", dice la propietaria de un hotel.