Coronavirus
La pandemia ha frenado en seco el auge de un negocio en el que España era uno de los referentes internacionales. El turismo de salud y bienestar. El sector preveía cerrar 2020 con una facturación de 1.000 millones de euros sobre la economía. Hoy dicen que esa cifra es prácticamente cero.
Cuidar el cuerpo en vacaciones no es nuevo. Solo en España, el turismo de salud facturaba antes de la pandemia 1.000 millones de euros anuales. La prioridad para estos viajeros alternativos son los tratamientos y las horas de avión.
David Medina, presidente de Spaincares, explica que " todo nuestro entorno que podemos hacer con este radio de las 3 horas y media de acción es nuestro público objetivo".
Las personas que vienen a España atraídos por este tipo de turismo llegan desde África, Asia, Europa y Oriente Medio y quieren, sobre todo, a hacerse tratamientos relacionados con la fecundación un vitro, cardiología, oftalmología, oncología y traumatología.
Los pacientes suelen venir acompañados por lo que las clínicas privadas que ofrecen los tratamientos los suelen ofrecer con servicios de hotel, chófer y excursiones.
Junto al turismo de salud también se encuentra el de bienestar. "El Wellnes ya era un 'boom'. Ya estaba creciendo al doble que el turismo tradicional anualmente", dice Alejandro Bataller, presidente de Sha Wellness Clinic.
La estrella sigue siendo la pérdida de peso, pero hay establecimientos, como el Sha Wellnes, que ofrecen programas ideados por la NASA y Harvard programas ideados para estimular el cerebro. "La idea es estimular nuestras células cerebrales. El mercado europeo se interesa más por toda la parte médica de antienvejecimiento y medicina genética, estimulación cognitiva y el mercado norteamericano se interesa más por la parte de ejercicio físico", según Alejandro Bataller.
El asiático, por su parte, se decanta por las terapias holísticas, la medicina ayurveda y la meditación.
Este turismo se inició hace más de 2.000 años con las aguas medicinales, las termas o los balnearios y vende salud, algo indispensable en la postpandemia.