Temporeros
Una empresa israelí Tevel que ha desarrollado un ejército de drones capaces de recoger fruta para hacer frente a la falta de mano de obra en el campo.
La crisis del coronavirus ha puesto otra piedra en el camino del sector agrario. Con las fronteras cerradas y las restricciones sanitarias muchas explotaciones tuvieron problemas para afrontar la recogida de las cosechas en los peores meses de la pandemia. Se calculó que el campo español necesitaba ente 100.000 y 150.000 trabajadores temporales para recoger las cosechas en pleno brote del Covid-19.
En abril arranca la campaña de la fruta y los empresarios agrícolas este año se enfrentan a otro reto, adaptar sus contrataciones a la nueva reforma laboral. Osvald Esteve, responsable de fruta dulce COAG, explica que "afecta principalmente a la recolección".
La dificultad radica en que "en el campo no se puede prever la contratación con mucho tiempo de antelación, porque la producción dependerá de circunstancias meteorológicas imprevisibles y otros factores".
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos aclara que "los trabajadores temporeros encadenan diferentes campañas agrarias en todo el territorio español. Esta gran movilidad, sin embargo, implica que muchos de ellos no disponen de una residencia fija, ya menudo cambian de teléfono, lo que dificulta a los empresarios agrarios mantener el contacto por próximas campañas".
Temporeros con brazos robóticos
Para solucionar la falta de temporeros, la agricultura de precisión ofrece varias tecnologías que pueden ayudar a solucionar los problemas en el campo. Una de ellas es la propuesta de la empresa israelí Tevel que ha desarrollado un ejército de drones capaces de recoger fruta. “Nuestros recolectores voladores pueden trabajar en campos de todos los tamaños” explica la compañía en su web.
Los drones, gracias a varios algoritmos, son capaces de sobrevolar los campos, evitar los obstáculos y seleccionar la fruta según su tamaño, su peso y su punto de maduración. Así, con sus brazos robóticos extensibles recogen las piezas en su punto óptimo. La compañía dice que "estamos aquí para echar una mano". Según Tevel, sus robots agricultores pueden maniobrar con libertad y precisión recogiendo los frutos de los árboles mientras el agricultor sólo se tendría que encargar de controlar las máquinas a través de una aplicación.
Pruebas piloto con manzanas
Tevel ha realizado ya una prueba piloto en un campo de manzanas. Los robots voladores trabajaron durante cinco semanas seguidas y según la compañía fue un éxito. Los drones lograron recolectar más fruta que los temporeros en ese tiempo.
El agricultor puede gestionar a los drones a través de una aplicación web, y desde un ordenador, una tablet o simplemente desde el teléfono móvil puede gestionar a toda esta plantilla que "trabaja incansablemente día y noche", según destaca la empresa desarrolladora en su página web.
Trabajadores sin "derechos laborales"
"Nunca hay suficientes manos disponibles para recoger la fruta en el momento adecuado y al coste adecuado. La fruta se deja pudrir en el huerto o se vende a una fracción de su valor máximo, mientras que los agricultores pierden miles de millones de dólares cada año", explica la compañía que destaca las ventajas de trabajar con una máquina:
Agricultura de precisión
Cada vez más cultivos se apoyan en la tecnología. Satélites, sensores o cámaras térmicas que, por ejemplo, indican la temperatura de cada árbol. "Si un árbol está más caliente es porque ha dejado de transpirar", expone Jorge Blanco, Responsable de I+D de Greenfield Tecnologies. Si esto ocurre, salta una alarma de estrés térmico, lo que da una señal a los agricultores para que busquen una causa. Miquel Córdoba, CEO de Greenfield Tecnologies, explica que esto les permite tomar decisiones en cuanto al riego y tratamientos, por ejemplo.
La recopilación de información automatizada y procesada median tecnologías Big data no es solo sobre la temperatura, sino muchos otros factores, como la humedad, la luz que recibe, etc. Esta recogida masiva de datos es procesada, además, en tiempo real. La inteligencia artificial está ya al servicio de la agricultura.
Se busca mano de obra
El sector agrario genera, de media, unos 800.000 empleos directos cada año. A esto hay que sumar el empleo temporal donde anualmente se necesitan millones de temporeros para las distintas campañas de recogida de frutas y hortalizas.
Sólo en Andalucía, por ejemplo, el olivar genera entre 15 y 20 millones de jornales anuales, el 35% de todo el empleo agrario en esta comunidad autónoma según datos de COAG. En Aragón, la recogida fruta de hueso suele necesitar 10.000 temporeros