HOTELES RAROS Y ESPECIALES
Podemos dormir a la intemperie en los Alpes suizos, donde hay un hotel con habitaciones que no tienen paredes, ni techo, ni baño pero si servicio de camarero. Una noche aquí cuesta 250 euros y no está libre hasta el año que viene.
También hay hoteles de arena. Se necesitaron 8 días para construir el primer hotel del mundo de arena que está en Inglaterra. Cuatro escultores y mil toneladas para moldear todo el mobiliario de la habitación.
Si lo que desea es dormir colgado de un árbol tiene que irse a Canadá. Las habitaciones son redondas y están ancladas en los árboles para pensar y sentir casi como un pájaro. En Perú, para los más atrevidos, hay un hotel con cápsulas suspendidas a más de 120 metros de altura que no tienen ascensor.
Y de lo más alto nos vamos a dormir bajo tierra. Hay que descender más de 150 metros para dormir en una antigua mina sueca que se ha reconvertido en un hotel. Con una temperatura ambiente de dos grados, sin luz, sin ducha y sin teléfono. Pasar la noche aquí sale por 450 euros.
En Tanzania, en medio del oceáno y sin grandes lujos se puede pasar la noche por 1.350 euros rodeado de una impresionante fauna marina.