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La difícil tarea de encontrar un piso de alquiler: "No hay muchas opciones y las que hay están en malas condiciones"

El alquiler no para de subir y la demanda cada vez es mayor. El número de estudiantes que se va a vivir fuera de casa se ha disparado: unos 300.000 están buscando piso ahora mismo.

El precio del alquiler no para de subir, lo ha hecho más de un 13% en el mes de junio. Es el gran problema que sufren los jóvenes que buscan un lugar donde vivir. Otro obstáculo es la demanda. El número de estudiantes que se va a vivir fuera de casa se ha disparado: unos 300.000 están buscando piso ahora mismo.

Los jóvenes se quejan: "toda la pared era negra de humedad y moho", "no hay muchas opciones y las que hay están en malas condiciones", "los pisos que vimos eran enanos y viejos". Algunos se encuentran con dificultades añadidas: "nos decía no tengo lavadora y no la iba a poner, que si faltan camas y tampoco las voy a poner" relata una joven.

Pisos para compartir con 'minidormitorios'

Ane nos enseña el salón de su piso de alquiler, convertido en tres mini dormitorios. Uno de ellos es ahora su cuarto: "no tengo espacio para nada. Cuando intento ponerme a estudiar no me cabe ni la silla". La entrada mide 1,11 metros de un lado a otro. Tiene un armario pequeño en el que ni siquiera entra toda su ropa, una cama de 90 y un escritorio inutilizado donde apenas cabe la silla. La puerta de su habitación se choca con las de al lado.

Nos cuentan que paga casi 500 euros al mes, y que eligió ese piso con sus compañeras porque, dentro de una larga lista, era la mejor opción. Durante su búsqueda encontraron viviendas en sótanos, sin luz, tampoco microondas ni horno, una cocina implantada en el salón, etc.

Los estudiantes y jóvenes trabajadores lo tienen difícil para encontrar un piso decente donde vivir. Estamos a principios de julio y muchos ya están desesperados. Horas y horas delante de una pantalla buscando por internet, recorriendo las calles de las ciudades o visitando inmobiliarias, donde se forman largas colas.

Si se quedan con él, tienen que pagar la fianza al momento. Alrededor de 3.000 euros de golpe, inmediatos para que no pase el siguiente a ver ese mismo piso.

Cuando encuentran un hogar, a veces las condiciones no son las mejores. Pero llega un momento en el que se ven obligados a alquilar, y se tienen que acostumbrar a la situación.

Muchos estudiantes hacen cola para conseguir un piso el curso que viene. Algunos llegan de madrugada para ponerse lo primeros y asegurarse una casa para el curso que viene. Una inmobiliaria en Santiago de Compostela abre su puerta a las 10 de la mañana. Allí le esperan decenas de jóvenes.

Casos así ocurren en las grandes ciudades españolas, donde la demanda es más alta que la oferta, y el alto precio del piso poco tiene que ver con la calidad que ofrece.

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