POR LA CAÍDA DEL PRECIO INTERNACIONAL DEL CRUDO
La caída de la cotización internacional del crudo ha abaratado los carburantes de automoción, de manera que el gasóleo A vuelve a venderse en cientos de estaciones de servicio españolas por debajo de un euro el litro. En concreto, según datos del Geoportal del Ministerio de Industria, actualmente hay 446 gasolineras en la Península y Baleares que venden el diésel a menos de un euro -Canarias, Ceuta y Melilla tienen una fiscalidad diferente-.
Estas gasolineras, repartidas por toda la geografía, son en su mayoría independientes, aunque también hay algunas pertenecientes a grupos integrados como Galp o Cepsa. De acuerdo a los datos recopilados por Industria, el diésel más barato se encuentra en una gasolinera de Valderrobres (Teruel), a 0,918 euros el litro, seguida de estaciones de servicio en Osuna (Sevilla) y Teruel, hasta llegar a los 1,299 euros el litro de Santo Tomé (Jaén).
Las diferencias de precios obedecen a diversos factores, como la ubicación o los servicios que ofrece la gasolinera, entre los que destaca el fiscal, ya que algunas comunidades autónomas no tienen tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos -País Vasco, Navarra, Aragón, Cantabria y La Rioja- y otras dos -Asturias y Madrid- tienen un tipo más bajo que las demás.
De acuerdo a los últimos datos publicados por la Comisión Europea, el gasóleo cuesta una media de 1,106 euros el litro en las estaciones de servicio españolas, un 16 % menos que un año antes. Esto supone que el llenado de un depósito medio de 50 litros cuesta ahora 55,3 euros, es decir, 10,9 euros menos que hace un año -cuando suponía 66,2 euros-. Mientras tanto, la gasolina de 95 octanos cuesta una media de 1,271 euros el litro, casi un 10 % menos que hace un año.
Este abaratamiento de los carburantes, que coincide con las vacaciones veraniegas, está relacionado con la caída del precio del crudo, que está volviendo ahora a los niveles mínimos anotados a principios de año. El barril de crudo de Brent, de referencia en Europa, se vende por debajo de los 50 dólares, la mitad que hace un año. Los carburantes se han abaratado desde entonces, aunque en menor medida, algo que las petroleras atribuyen al hecho de que la materia prima hay que refinarla y transportarla -se vende en mercados diferentes a los del crudo- y a que los costes fijos suponen más del 60 % del precio final, principalmente por la carga fiscal.