Turismo
La alta incidencia de contagios por coronavirus ha tenido consecuencias devastadoras en el sector turístico. En algunos lugares de la Península, el número de turistas extranjeros es casi nulo, pues países República Checa o Bulgaria sitúan a España en la zona riesgo.
Parecía que el turismo nacional iba a alcanzar altas cifras de turistas extranjeros este verano. Sin embargo, con la subida la incidencia de contagios de coronavirus, el sector ha tenido un fuerte impacto a nivel general en los lugares que solían estar más frecuentados por turistas extranjeros.
Algunos países, como República Checa, Alemania, Bélgica, Bulgaria y el más reciente, Marruecos han incluido a España en su lista de "zonas de riesgo", lo que implica guardar cuarentena al viajar a estos países en caso de no disponer de la pauta vacunal completa. A ello se suma República Dominicana, que exigirá una prueba PCR o el certificado de vacunación a todos los españoles que viajen al país.
Los destinos tocados por los contagios por coronavirus
Las nuevas restricciones y la subida de contagios han hecho que el sector turístico vuelva a caer en picado. A pesar de mantener la esperanza en los turistas británicos, algunos lugares de España apenas reciben visitas de turistas extranjeros. Actualmente, la incertidumbre está presente a diario en estos destinos.
Es el caso de Salou, en la Costa Brava, donde las reservas de los turistas extranjeros han caído de manera considerable. Además, a pesar de contar con reservas de turistas nacionales, los turoperadores aseguran que no será suficiente para mantener la economía turística. Únicamente siete de cada diez hoteles de la región permanecen abiertos y no llegan a estar ocupados al completo. Algunos incluso no llegan ni a la mitad de habitaciones ocupadas por clientes.
Con un 75% de hoteles abiertos al público en Salou, su ocupación cubre únicamente un 40%. Ocurre lo mismo en Lloret de Mar, una localidad cercana donde hay un 90% de los hoteles abiertos y el nivel de demanda es el mismo. Los trabajadores aseguran que se encuentran ante "una situación anormal" a la que nunca han hecho frente.
Sin la llegada de turistas, los trabajadores aseguran que es imposible cubrir gastos en los negocios. "No da para nada, ni para los sueldos", afirman con seguridad algunos operarios del sector.
Otros establecimientos han optado por cerrar sus puertas de cara al público hasta nuevo aviso para evitar cancelaciones de última hora. La preocupación está presente en más lugares de la Península, como en Torremolinos o Conil donde la temporada turística empezó con fuerza y poco a poco ha ido perdiendo energía.
Así, a pesar del optimismo que había en este sector, con la llegada de contagios masivos y la subida de la incidencia acumulada, el turismo se enfrenta a un verano muy incierto limitado por las restricciones y las medidas contra el coronavirus.