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Entraban en las sucursales bancarias como clientes, actuaban como tales, pero en realidad no querían contratar nada. Eran espías de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Por primera vez, la CNMV ha decidido utilizar este método. Dicen que es la única forma de comprobar si es real la información verbal.
Han sido 450 visitas en 20 ciudades españolas. Las conclusiones son que, con frecuencia, en los bancos se hacen recomendaciones veladas, que no se informa adecuadamente de las comisiones o riesgos de las inversiones. Lo que muchos clientes, de los de verdad, ya habían notado, cuando comprueban que había otras condiciones en la letra pequeña de los contratos.
Es cada vez más frecuente. Entre los clientes reales se cuelan otros misteriosos, muy atentos para luego elaborar minuciosos informes. Lo prueban todo, para evaluar un aspecto fundamental. Lo hacen las empresas para evaluarse a sí mismas o a la competencia. Los trabajadores nunca saben qué cliente es en realidad un espía. La CNMV avisa a los bancos: volverá a utilizar este método.