Alquiler
Se cuida cada detalle para que el tamaño y el precio pasen desapercibidos. Pero son minipisos de unos 30 metros cuadrados que rondan los mil euros de alquiler.
Parece que no le falta detalle. La vela, la planta artificial, el bote de lápices, los libros sobre la cama... Pero en las fotos no vemos ni una sola ventana. Bueno, un pequeño ventanuco en el salón por donde con suerte cabe una mano.
En el anuncio lo describen como un "estudio coqueto". Está en Madrid y piden por él 700 euros al mes. "En las fotos se ve muy bien", reconoce una señora al verlo. "Pero luego cuando vas es un zulo", comenta una joven cuando le enseñemos las fotografías. Es la moda de hacer que los minipisos parezcan de lo más 'cuquis'.
La clave está en la decoración
Lo que se intenta con este tipo de estrategias es atraer al posible inquilino para que no se fije ni en el tamaño ni el precio. Y se hace con la decoración y con el marketing. "La finalidad es enmascarar verdaderos zulos", nos cuenta la experta hipotecaria Montse Cespedosa, "que el inquilino no se da cuenta hasta meses después de lo que ha alquilado".
En otro de los anuncios nos espera la bandeja con el desayuno y las copas de vino junto a la ventana. Eso sí, luego las copas hay que llevarlas al fregadero que está justo al lado de la tele. Son 30 metros cuadrados y casi mil euros de alquiler.
Pequeños, caros y en zonas tensionadas
La tendencia refleja lo cada vez más complicado que está el mercado del alquiler. "Primero no es lo que parece", asegura una joven en la calle, "y segundo los precios están por las nubes".
Todos tiene algo en común: "son pisos de menos de 40 metros cuadrados, en zonas muy tensionadas, decorados con muebles de diseño", añade Montse, "y el inquilino cuando lo ve quiere entrar a vivir simplemente por lo bonito que es sin valorar si es realmente habitable".