// Raúl Marqueta /
La Junta de Andalucía ha expedientado a varias empresas que vendían hortalizas de Marruecos como españolas. Echen cuentas. Producir un kilo de tomate en nuestro país cuesta unos 50 céntimos. Comprarlo a Marruecossolo 16 céntimos. Se ahorraban más de un 30%.
Los agricultores denuncian que ocurre con la judía verde, el calabacín, la sandía... Las multas por estas prácticas oscilan entre los 4.000 y los tres millones de euros. Aunque no es suficiente.
El sector primario lleva denunciando años la falta de un control y de un precio justo de sus productos que luego son vendidos en el supermercado por precios que triplican el precio de producción.