LAS IMÁGENES SE PUEDEN COMPRAR EN INTERNET
Preparando el desayuno, mirando el móvil o terminando de arreglarnos. Sin darnos cuenta, lo que hacemos cuando estamos solos podría acabar a la venta en el lado oscuro de Internet.
Hackear una cámara es muy fácil si tenemos la contraseña y el usuario por defecto.
Una app de forma automática podría ir detectando las cámaras y almacenando todas la imágenes .
Hay mucha gente dispuesta a pagar dinero por vernos en directo. El morbo de entrar en nuestras casas y observar todo lo que hacemos, ahora se ha convertido en un negocio.
Los ladrones de la intimidad venden en la deep web paquetes que incluyen varias cámaras privadas por poco menos de 5 euros, pero en realidad, cualquiera puede estar mirándonos.
La solución es fácil: un pequeño papel para tapar la cámaras,
Es un remedio casero pero ya hay empresas que han visto en esto un negocio.