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Agricultura

Las cuentas en el campo no salen: los precios se incrementan un 400% al consumidor

Los agricultores reciben unos precios muy bajos por sus productos. Unos precios que se incrementan cuando llegan al consumidor más de un 400%.

Los precios de los productos suben, pero los agricultores no notan ese incremento. "Por 1 kilo de naranjas se puede cobrar una media de 0,30 euros y el consumidor paga por ello unos 2 euros", nos confirma José Ramón Pous, presidente de Adaribera (asociación de agricultores de la Ribera). "Estamos hablando de casi un 400% de diferencia", apunta.

¿Entre los motivos de este gran incremento? " Los intermediarios , si se redujesen tal vez no habría tanta diferencia". Un aumento que supone casi un 400% más del origen al destinatario.

Pepe Barea tiene campos de cítricos, cebollas y patatas, y las cuentas tampoco les salen. "De seguir así nos tocará abandonar", comenta.

Piden una relación comercial más justa y equilibrada, y les preocupa el futuro del campo.

Sin relevo generacional

"No tengo a nadie que vaya a heredar mis campos. No hay relevo generacional", remarca José Ramón.

Una situación preocupante que tendrá que cambiar para que, estos campos, “no se conviertan en un secarral”, como matiza, y terminen abandonados.

Reivindicaciones de los agricultores

Algunas de sus exigencias son las siguientes:

  • Que se mantenga el gasoil agrícola
  • Que no se imponga el cuaderno digital, que va a suponer otra carga económica para el sector.
  • Si los ecorregímenes son obligatorios, que se suavicen las normas para cumplirlos.
  • Las leyes de protección del medio ambiente, que se relajen y nos dejen vivir en el medio rural.
  • Límite en la importación de productos de países que no son de la Comunidad Europea y que hacen competencia desleal a las producciones nacionales.
  • Regular las diferencias entre el precio de los alimentos desde el campo a la cesta de la compra.
  • Permitir la quema controlada de restos de cosecha.
  • Las políticas/leyes medioambientales son radicales.
  • Existe una burocracia que nos obliga a hacer mil papeles para mantener a gestorías, bancos, sindicatos etc.
  • Hay un menosprecio del sector desde los gobiernos.
  • Entrada de alimentos y productos que no cumplen las normativas que nos piden a nosotros. Por consiguiente, no jugamos con las mismas reglas.
  • La PAC no está enfocada a la profesionalización del campo.
  • Eliminación de la palabra y concepto de derecho: un derecho igual a una hectárea.
  • Necesitamos un proyecto nacional-europeo que acerque el campo a la ciudad.
  • El objetivo no es pedir más dinero, el objetivo es que pudiéramos trabajar y vivir incluso sin la PAC.