Semana Santa
Cuenca ha sido una de las ciudades más visitadas, no sólo por sus procesiones, también por su gastronomía. La ocupación ha superado el 95% y el turismo ha favorecido la creación de empleo.
En Semana Santa, muchos turistas eligen destinos de interior. Atraídos por sus monumentos, sus procesiones, su gastronomía... O por todo ello al mismo tiempo. Es lo que ha ocurrido en ciudades como Cuenca, que durante estos días ha recibido miles de visitantes de toda España y también de fuera del país.
No suele ser un destino frecuente, pero este año "se han cumplido todas las expectativas y la ocupación ha sido alta", explica José Manuel Abascal, presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo de Cuenca, y también propietario del Hotel Torremangana, en pleno centro de la cuidad.
Casi al 100% de ocupación
"En los días de Jueves y Viernes Santo, la ocupación ha superado el 95%. Y el sábado y el domingo ronda el 80%", detalla Abascal. "Y es difícil, porque cada vez hay más casas rurales, alojamientos... Más lugares que ocupar. Si se llega estas cifras, es porque hay mucha afluencia".
El turismo tira con fuerza de la economía conquense. Y eso también repercute de forma positiva en el empleo de la provincia. Solo estos días se han contratado 300 trabajadores, es un 14% más que la campaña anterior.
"Estos días duplicamos la plantilla. Necesitamos gente que nos ayude a atender el máximo de público posible", cuenta Mari Paz Marlo, propietaria de Restaurante Marlo. Como ejemplo, relata que si normalmente, "el día que más", dan cerca de cuarenta comidas, el día de Jueves Santo suben hasta ochenta, y en Viernes Santo ciento diez, repartidas en dos turnos. Tiene todo reservado desde hace semanas.
En el bar Las Turbas también han contratado personal, además de contar con la ayuda de varios familiares porque, dice, están "hasta arriba". "El año pasado pensábamos que iba a ser bueno, después de dos años sin Semana Santa. Pero es que este año ha sido mejor, se han superado con creces las expectativas", detalla Tamara Lucas, propietaria del bar.
Semana Santa de Interés Turístico Internacional
La Semana Santa de Cuenca fue declarada de Interés Turístico Internacional en 1980, hace 43 años. Es la celebración más popular de la ciudad, y lo que más turismo atrae es la procesión de Camino del Calvario, más conocida como las Turbas, que se lleva a cabo en la madrugada del Jueves al Viernes Santo. Ese día, según las estimaciones hechas por el Ayuntamiento, se congregan más de 12 mil personas en el Casco Antiguo conquense.
Desde Barcelona, Santander, Vitoria, Valencia, Albacete... Muchos turistas coinciden en que esa procesión "es un espectáculo, nos ha impresionado muchísimo", como cuenta una visitante albaceteña. También se acercan para ver las Casas Colgadas, la Plaza Mayor, o la Ciudad Encantada. De más lejos, desde Singapur, han llegado un matrimonio y su hijo, aprovechando que estaban de visita en Madrid. "Aunque está haciendo mucho calor", bromea en inglés el hombre mientras degusta un plato de ajoarriero.
Capital gastronómica
Este año Cuenca es capital gastronómica y eso está siendo un gran reclamo para muchos visitantes que se acercan a probar sus platos más típicos. "Morteruelo, migas, gachas, zarajos...", enumera un turista que lleva dos años viniendo desde Valencia. "Igual que Valencia en Fallas, me gusta Cuenca en Semana Santa".
"El teléfono no para de sonar, trabajamos una barbaridad. Pero eso siempre nos viene bien. Ya nos gustaría que hubiera una Semana Santa cada dos o tres meses", bromea Marlo, quien también coincide en que a nivel económico se ha vuelto, e incluso se han superado, los niveles prepandemia.
El balance en la economía conquense es muy positivo. Entre restauración, hotelería, y venta de enseres y productos típicos como el resoli, la facturación de la provincia durante estos días se acerca a los 35 millones de euros. Eso supone un 10% más que el año pasado.