Vuelta al cole 2021-22
En la vuelta al cole del curso 2021-2022 los gastos de las familias se van a incrementar, pero sobre todo lo notarán en Madrid y Cataluña.
El regreso de las vacaciones viene marcado por los gastos realizados durante el verano y la vuelta al cole. Algunas familias prevén 100 euros más de gasto en el nuevo curso 2021-2022. Además, coincide con el aumento de la factura de la luz, que se ha duplicado en los últimos meses, y con la subida de la cesta de la compra. Por ello, este mes de septiembre será uno de los más complicados y se hará más cuesta arriba.
500 euros por niño
Con el IPC disparado al 3,3%, la vuelta al cole 2021-2022 costará de media alrededor de 500 euros por niño para equiparar con todo el material necesario. En los libros, las familias se gastarán de media alrededor de 185 euros y, en los colegios que lo requieren, los uniformes costarán sobre 180 euros.
En el material escolar como mochilas, estuches, cuadernos o lápices de colores se gastarán alrededor de 90 euros. A estos hay que sumar el gasto del comedor escolar, que podría ser más caro porque el precio de los alimentos ha subido.
Sin embargo, este incremento en la vuelta al cole no se va a encarecer por igual en todas las comunidades, las familias que más lo van a notar son las madrileñas y catalanas.
Abaratar la vuelta al cole
Aunque en algunas comunidades ya han empezado el curso 2021-2022, todavía es posible para algunos conseguir abaratar la factura de la vuelta al cole. De hecho, los más rezagados en las compras del material escolar pueden verse beneficiados por ello, ya que en septiembre las tiendas intentan vaciar sus almacenes de este tipo de productos en previsión de la próxima campaña de Navidad.
Asimismo, en algunos casos, los gastos de material escolar, libros y uniformes pueden tener deducciones fiscales. En este caso, deberás guardar las facturas de cada compra para que se vean claramente los materiales que se han adquirido y poder demostrar cada gasto.
Otra opción es aplazar los pagos, ya que cada vez es más habitual que tiendas y entidades bancarias permitan aplazar el coste de un producto que tenga un precio relevante y, en muchas ocasiones, sin que se aplique ningún tipo de interés.