DISCREPANCIAS ENTRE LOS SINDICATOS

CSIF acusa a CCOO y UGT de hacer suyas las protestas y apartarle de ellas

El presidente del sindicato CSI-CSIF, Domingo Fernández, explicó hoy que ha roto el diálogo con CCOO y UGT después de que ambas organizaciones le comunicaran que ningún representante del sindicato iba a poder participar en los discursos finales tras las manifestaciones de la huelga en el sector público.

En rueda de prensa, Fernández dijo que un día antes de la jornada de huelga desde CCOO y UGT se avisó a CSIF que podría marchar en la cabecera de las manifestaciones, pero no intervenir en los discursos, razón por la cual el sindicato decidió manifestarse por separado.

Para analizar esta cuestión, entre otras cosas, el comité ejecutivo del sindicato se reunirá el próximo martes 15 de junio de manera extraordinaria.

Asimismo, CSIF considera que CCOO y UGT utilizaron la huelga del sector público de ayer para intereses distintos a la defensa de los empleados públicos y como un ensayo para la huelga general.

Fernández aseguró que en el sindicato se sienten "dolidos", porque hasta ahora las relaciones con las federaciones del sector público de UGT y CCOO habían sido "muy buenas", por lo que espera que se pueda recuperar el diálogo para otras cuestiones.

Al margen de las diferencias con los otros convocantes, Fernández calificó de éxito la huelga de ayer y se mostró satisfecho con su desarrollo, pese a admitir el bajo porcentaje de participación.

Reconoció que las cifras de seguimiento "no son las que se han venido anunciando por los sindicatos, tal vez con demasiada precipitación", pero tampoco admitió como válidos los datos ofrecidos por la Secretaria de Estado para la Función Pública, "que sólo se refieren a la quinta parte de los empleados públicos".

Según dijo, en el sindicato eran conscientes de que la huelga no iba tener un seguimiento masivo, pero decidieron convocarla por dignidad frente a una medida injusta y por dar cobertura legal a quienes quisieran hacer el paro.

Con respecto a la eventual convocatoria de una huelga general, Fernández consideró que "no es el momento oportuno de paralizar el país", aunque podrían considerarlo si las medidas que adopta el Gobierno en el ámbito laboral son "muy graves".

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