ESPERAN CUBRIR GASTOS Y OBTENER ALGO DE BENEFICIO
Mari Carmen es la dueña de un bar que este verano no cerrará por vacaciones por primera vez en 30 años. "Nos hemos visto obligados a abrir el mes de agosto porque la faena antes era muy rápida y enseguida hacías caja pero ahora no", explica la dueña. Ahora ella y sus tres empleadas se turnan en vacaciones y asegura que aprovechará que abre para sacarle más partido a la terraza que suele llenarse de clientes. "Yo calculo que a lo mejor un 30% ó 40% más de facturaciçon podemos hacer y podremos cubrir los gastos", añade.
Lo mismo sucede en otra charcutería de barrio que nunca abrían durante el mes de agosto pero para evitar que mengüe el negocio se aventuran a abrir en época estival. "Vamos a probar este mes y si podemos como mínimo mantener las ventas y salir adelante", cuenta el dueño. Son muchos los negocios que se adaptan a la situación y se ven obligados a no cerrar por vacaciones.