Construcción
La construcción demanda más relevo generacional para continuar cubriendo las necesidades del sector.
Hace varios meses que el sector de la construcción alertó de la paralización de muchas obras por el aumento de los costes de producción y la escasez de mano de obra, que cifró en 700.000 trabajadores. Esta situación de incertidumbre ha provocado que algunas empresas hayan tenido que cerrar temporalmente.
Crece la demanda de formación
Es por esta razón que desde inicios de año la demanda de formación profesional para cubrir vacantes en la construcción se ha incrementado. El sector pide ahora trabajadores cualificados y cada vez es más frecuente encontrar mujeres preparándose para poder convertirse en albañiles. "Hay una demanda cada vez más creciente de operarios", explica Francisco José Díaz, docente de Movimiento de Tierras.
Uno de los objetivos de los empleados es convertirse en mano de obra cualificada para que puedan alcanzar una buena posición dentro de la empresa. Los empresarios aseguran que hace falta relevo generacional para continuar cubriendo las necesidades del sector. "Es la pescadilla que se muerde la cola: no traes gente a la formación, no proporcionas gente al sector", advierte Javier González, director de Formación y Empleo.
El impulso de la mujer en el sector
El último informe de 'Mujeres en el sector de la construcción', elaborado por el Observatorio Industrial de la Construcción, confirma que la media anual de trabajadoras en la construcción durante 2021 fue de 123.637, unas 21.756 empleadas más que el año anterior.
Tomasa tiene 56 años y al igual que el resto de sus compañeros busca una oportunidad laboral: "Requiere un esfuerzo físico, pero como en cualquier otro trabajo", asegura.
La hostelería pide mayor profesionalización
Durante la crisis del coronavirus, el sector de la hostelería se ha visto muy lastrado. La pandemia ha sido un punto de inflexión que ha derivado en un éxodo de profesionales hacia otros sectores: casi un 3% de los camareros que trabajaban antes de la pandemia no han regresado a sus puesto de trabajo.
Ahora se necesitan camareros y las previsiones no son buenas ya que se estima que este verano, el primero sin restricciones por la Covid-19, faltarán unos 50.000. En este contexto, los empresarios, al igual que los constructores, están exigiendo mayor profesionalización para cubrir las plantillas.