Banco de alimentos
El nuevo perfil es de parejas jóvenes mileuristas que deciden entre comer o pagar la luz.
El aumento de ciudadanos españoles que han recurrido a ONG en 2022 para poder comer ha sido exponencial. Es algo que comprueban cada día en los Bancos de Alimentos. Esta ONG en Valencia incrementó sus usuarios en 15.000 en los últimos 12 meses. "Hemos pasado de atender a 62.000 personas al inicio de año para acabar repartiendo alimentos entre 77.000. Es un crecimiento diario y sin precedentes para nosotros", dice Jaime Serra, presidente del Banco de Alimentos de Valencia.
Jaime lleva 30 años al frente de esta asociación y dice no recordar otro momento en las últimas décadas en el que tantas familias se han acercado hasta sus instalaciones porque no tenía leche para sus hijos. "Hay un nuevo perfil. Son mayoritariamente parejas mileurtistas, de 25 a 45 años, en las que solo trabaja uno de los dos y los gastos de hipoteca, luz, etc. les obligan a elegir entre comer o pagar los recibos".
El Banco de Alimentos de Valencia funciona como un reloj. Repartos controlados y coordinados por cientos de voluntarios. Desde la ONG hacen seguimiento de las familias y están siempre abiertos a donaciones económicas o de producto para que las estanterías de su almacén siempre estén llenas. "Las donaciones de empresas y particulares no han descendido en ningún momento. Los ciudadanos son muy solidarios y siempre hemos podido atender a nuestros usuarios en este último año", dice Serra.
La desaceleración del consumo del último trimestre de 2022 nos hace pensar, explica el presidente del Banco de Alimentos de Valencia, que en 2023 "continuaremos incrementando el número de familias que no pueden comer".