Trucos para ahorrar
La llegada del frío viene de la mano con un gesto que repetimos cada invierno: encender la calefacción. Este gesto supone una preocupación extra en las facturas a finales de mes, que se disparan en los meses de invierno por la necesidad de calentar el hogar con más fuerza.
Por eso es importante recordar que cada grado de más que subimos en el termostato supone 35 euros más al año en la factura de la calefacción.
Para evitar sustos en la factura a final de mes, es importante recordar que no hay que calentar las habitaciones que están vacías, pues sería derrochar energía.
Para no gastar energía, hay que programar el termostato para que la calefacción se encienda una hora antes de llegar a casa. De este modo, la vivienda habrá cogido temperatura suficiente cuando lleguemos pero no habremos estado derrochando durante horas.
Además, cabe recordar que 21 grados son suficientes para sentirse confortable en casa.