Despido
El Tribunal Superior de Justicia de Asturias da la razón a un trabajador que ha sido despedido tras 25 años de relación laboral con una empresa en Gijón.
Una empresa ha sido condenada a indemnizar a uno de sus trabajadores con 247.000 euros por un despido improcedente. Es la sentencia que ha dictado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias aunque el fallo todavía no es firme.
El trabajador llevaba 25 años siendo el director comercial de una empresa de Gijón, pero en septiembre de 2022 fue relegado de su puesto para pasar a ser asistente adjunto del nuevo director comercial. Incluido en su puesto a dicho empleado le asignaron un coche de empresa que en el momento del cambio también modificaron el modelo. Le comunicaron que el horario se mantenía igual, siendo la jornada de 8 horas, aunque queda acreditado que hasta esa fecha no tenía un horario fijo.
En La Voz de Asturias se indica que desde ese cambio de puesto nunca fue convocado a las reuniones del comité de dirección y dejó de recibir tareas. Después, en abril de 2023 se le entregó una carta de despido y se alegaba que la razón era la pérdida de confianza. Además se le especificaba que debía devolver tanto el vehículo que se le había dado para el desempeño de sus funciones como otros dispositivos electrónicos. El trabajador demandó al considerar que se habían vulnerado sus derechos.
En la primera sentencia el juzgado de los Social le dio la razón y condenó a la empresa a indemnizarlo con 105.000 euros, de los cuales serían 50.000 por el cese de contrato y 55.000 por daños morales. Además se consideró el despido en abril nulo y la extinción de la relación laboral se fijó en la fecha de esta sentencia.
En ese momento trabajador y empresa recurrieron el fallo en el que se especificaba "la creación de un ambiente laboral hostil para el actor, al que no se le encomendaban trabajos y fue objeto de traslado".
En el recurso el trabajador pedía que la empresa tuviera que pagar la cantidad fijada por despido improcedente y la empresa lo que reclamaba era que se dejase sin efecto la condena por daños morales o se rebajase su cuantía.
El Tribunal Superior de Justicia lo que hace es considerar que ha de indemnizarse por despido improcedente y en lugar de los 50.000 de la primera sentencia la indemnización sube a 197.260 euros, teniendo en cuenta la antigüedad, el empleado comenzó a trabajar allí en 1997 y el salario que tenía que se ha calculado en torno a unos 274 euros al día. Además se confirman los 55.000 euros por vulneración de derechos fundamentales.
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