Bodas
Un juez ha condenado a una empresa a indemnizar con 16.539 euros a una pareja por organizar la celebración de su boda en una de sus fincas cuando no tenía los permisos pertinentes para este tipo de celebración. Un inspector irrumpió en plena boda y paralizó el acto precisamente por este motivo.
Ahora, una sentencia ha dictado que la pareja debe ser compensada económicamente por los daños morales causados debido a que frustraron ese día tan especial para ellos. Además, la sentencia recoge que la publicidad de la empresa era engañosa ya que ofrecía este tipo de eventos sin tener permisos para ello.