Precio Carburantes
El experto en telecomunicaciones y electricidad, Manuel Amate, indica si es mejor comprarse un coche eléctrico o de combustible en un momento en el que, tanto la electricidad como el carburante, está a precios muy elevados.
Comprarse un coche eléctrico empieza a ser una alternativa bastante viable para muchos conductores, sin embargo, los altos precios de la luz que están alcanzando cifras récord -y que continuarán el resto del año previsiblemente- puede suponer un handicap a la hora de decidirse por un coche eléctrico o de diésel.
El importante incremento del coste del kilovatio hora (KWh) empieza a asustar a muchos futuros compradores, sin embargo, no lo hace menos que el del litro de gasolina.
Por ello, el experto en telecomunicaciones y electricidad, Manuel Amate, ha explicado en Antena 3 las ventajas y desventajas de un coche eléctrico frente a uno híbrido o de diésel.
Este experto indica que, "dándole un consumo de un coche diésel de unos 5 litros, a los 100km gastaríamos 6,5 euros el diésel, que es el más barato del mercado. Si nos pasamos al de gasolina, que vale 1,4 euros de media, nos iríamos a 7 euros. El eléctrico, aunque hemos pagado un sobrecoste al principio, a pesar de estar el MWH muy caro, al hacer 100km el precio sería de 4 euros en un supercargador, pero si lo cargas en tu casa serían 2 euros el precio de los 100 km. un 60% más barato respecto al diésel o gasolina", por lo que la opción más económica a largo plazo sería el vehículo eléctrico.
Diferencia de precios según el tipo de coche
Amate indica que, de media, "un coche diésel puede tener un precio de unos 14.000 euros, el de gasolina en torno a 16.000 euros, uno híbrido no enchufable costaría unos 26.000 euros, frente al hibrido enchufable (33.000 euros), y el eléctrico estaría en torno a 37.000 euros. Por otro lado estarían los vehículos de hidrogeno (menos comunes) que costarían unos 65.000 euros".
La gasolina y el gasóleo ya son un 20% más caros que hace un año
El precio de la gasolina y el gasóleo ya es casi un 22% y un 20% respectivamente más caro que hace justo un año, cuando en pleno verano se había empezado a recuperar paulatinamente la movilidad tras el primer estado de alarma decretado por el Gobierno.
Con los precios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros con gasolina cuesta casi 77,9 euros, mientras que con gasóleo cuesta 69,8 euros. Esta diferencia de precios contrasta con el precio más bajo del carburante registrado durante la pandemia, principalmente por el confinamiento y la falta de movimiento.