Vivienda
Facturas de luz, gas, teléfono, cesta de la compra... Los gastos se acumulan y muchos no tienen otra opción que compartir piso para poder llegar a fin de mes. Es un problema que no entiende de edades, lo sufren los jóvenes y los jubilados.
La vivienda se ha convertido en un quebradero de cabeza para personas de todas las edades. Visitamos la casa de Jorge y José. Comparten piso desde hace 4 años. Tienen 72 y 75 años, respectivamente. "Esto está muy bien organizado", "desde luego, que yo estoy muy a gusto", nos cuentan.
Decidieron compartir vivienda para hacerse compañía y para repartirse los gastos. Aseguran que, actualmente con los precios disparados, no podrían llegar a fin de mes si no es compartiendo piso. "Con ingresos tan pequeños, tan pobres, es imposible afrontar los gastos diarios de forma persona" dice Jorge. "Tenemos una pensión muy baja y esta es la única manera de tener una vida un poco agradable", añade José.
Cada vez más quieren compartir piso
"Hogares compartidos" es una asociación que ayuda a los mayores de 60 a encontrar un piso compartido en el que vivir. Andrea Mikel, trabajadora social en "Hogares compartidos" nos dice que cada vez hay más personas demandando este recurso. "Recibimos al año más de 300 llamadas", nos detalla. En la asociación tienen, incluso, lista de espera. En la calle, muchos pensionistas nos dicen que "no se lo habían plateado" pero que llegado el momento "si me sobran habitaciones en casa y lo necesito por supuesto".
Buscar compañía
Además del factor económico, que es el que lleva a muchos a compartir vivienda, hay otro punto importante a tener en cuenta. "La compañía", nos cuentan José y Jorge mientras preparan, entre risas, la comida. Además, esta convivencia puede durar meses o toda la vida. Pepa, que también comparte piso con otros dos compañeros, nos asegura que "no puede ser más feliz".