Energía
En pleno y continuo encarecimiento de la energía, sigue la duda sobre cómo rebajar costes. Una de ellas puede ser la reducción en la potencia de la luz. Explicamos cómo hacerlo.
Con el precio de la luz por las nubes, la factura eléctrica disparada, y la energía siendo una de las grandes protagonistas del invierno, los consumidores buscan rebajar el coste a pagar, ante el temor de que la factura se siga encareciendo y haya menos dinero que costear. Uno de esos puntos a tener en cuenta es si estamos pagando más potencia de la que necesitamos, algo que encarece bastante nuestra factura, y que estamos pagando sin tener por qué.
Por ese motivo, en la propia factura, podemos comprobar si estamos pagando de más, acorde con lo que gastamos y lo que necesitamos, y podemos pedir, de cara al siguiente mes, una regulación para dejar de pagar ese importe extra. De esta manera, nos podemos llegar a ahorrar una considerable cantidad de dinero al mes, el cual tiende a ser toda una lastra sobre todo para las personas más desfavorecidas si lo gastan en algo que no están utilizando.
Si tenemos alguna duda relativa a ello, podemos consultar con nuestra compañía, aunque en la factura nos deben aparecer todos los detalles que requiramos. Habitualmente las compañías eléctricas disponen en su página web de una calculadora en la que, sabiendo el número de electrodomésticos que hay en la casa, si se dispone de aire acondicionado o qué tipo de calefacción usamos, realizan una estimación de cuál es la potencia más adecuada.
Tenemos un ejemplo que lo ilustra a la perfección: la potencia habitual para una casa de 90 metros cuadrados en la que viven 4 personas es de 4,5 kilovatios/hora. Si en esa misma casa viviera solo una persona, habría que bajarla un poco.
Por lo general, las compañías permiten realizar este cambio de potencia una vez al año sin coste.
¿Habrá nuevas medidas para combatir el encarecimiento energético?
A dos semanas de que llegue oficialmente el invierno, la gran duda es si habrá nuevas medidas para combatir este encarecimiento de los precios en la factura de la energía, y que tantísimos quebraderos de cabeza está dando a los consumidores. Unos piden que se negocie un nuevo tope a la factura, mientras otras voces exigen que se supriman determinados impuestos para aliviar la maltrecha economía de numerosas familias, abocadas a vivir al límite.
Y ese no es el único problema que pervive a día de hoy. La cesta de la compra se ha encarecido y algunos productos básicos tienen sus precios por las nubes, temiéndose que haya una escasez de los mismos en las próximas semanas, y que pueda conducir a un invierno muy complicado. Aunque el Gobierno insiste en que no habrá desabastecimiento en España, muchos países preparan un plan de emergencia por lo que pueda ocurrir de aquí a las semanas venideras.