CONFERENCIA DE PRESIDENTES
Hacía ocho años que no se tocaba el modelo de financiación autonómica. Es muy importante porque determina cómo se distribuye el dinero de los impuestos estatales y cuánto le corresponde a cada comunidad. De esa cantidad dependen los recursos que se destinan a competencias tan esenciales como la educación, la Sanidad o los servicios sociales.
¿Cómo funciona ahora?
Su funcionamiento es complejo. Se reformó en 2009 y no está claro el criterio que debe de tener más peso, si contar con un mayor número de población o tener más territorio. Según Roberto Gómez Calvet, de la Universidad Europea en Valencia: "El modelo debería ir a corregir esas discrepancias y que no haya comunidades que tengan que hacer tanto esfuerzo para servicios necesarios en el estado de bienestar".
¿Cuáles son los problemas?
El más básico es la brecha entre comunidades pobres y ricas o que existen territorios que aportan más recursos que los que reciben y al contrario. Hay quien recibe más de lo que aportan.
¿Cómo nos afectaría?
Las claves del nuevo modelo afectarán a casi todo. A cuestiones tan vitales como, por ejemplo, los servicios y prestaciones que corresponden por la ley de dependencia o cuánto tenemos que pagar por el impuesto de sucesiones, donaciones y patrimonio.