G7
El pacto firmado por los países del G7 en Londres busca terminar con los paraísos fiscales. Esto puede tener consecuencias directas en las empresas.
Los miembros del G7 (formado por Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido) han calificado como "histórico" el acuerdo que han logrado consensuar en Londres. Los 7 países más industrializados del mundo han pactado que se imponga un impuesto mundial que permita terminar con los llamados paraísos fiscales y con las diferencias entre países en materia tributaria. Este pacto puede suponer afectar directamente a las empresas y busca también poner fin a prácticas de evasión fiscal.
¿Cómo afecta a las empresas?
El pacto se puede explicar de manera sencilla con un ejemplo. Una empresa internacional se quiere establecer en la Unión Europea. Si lo hace en España, tendrá que pagar un impuesto de sociedades del 25%, mientras que si lo hace en Irlanda tendrá que pagar justo la mitad, es decir, un 12,5%.
¿Y quiénes recurren a estas prácticas? Los gigantes de internet como Facebook, Google o Amazon declaran la mayor parte de sus ingresos en territorios como Irlanda de manera que dejan de pagar impuesto en otros países. Siguiendo con el ejemplo, el país perjudicado sería España. Al tener que pagar más impuestos, las empresas declararían menos ingresos y pagarían menos.
¿Cómo se quiere hacer y por qué ahora?
El G7 quiere garantizar que los gigantes tecnológicos pagan su justa contribución fiscal había sido durante años una batalla perdida. Para ello, buscan que todos los países recauden un 15% en su impuesto de sociedades.
La pandemia e, indudablemente, el cambio en la Casa Blanca ha allanado el camino para un acuerdo que ahora necesita concretarse. Lo pactado hoy es un precedente extraordinario, pero toca darle forma con la letra pequeña en negociaciones que continúan.
Ahora las miradas se centran en el resto de países del mundo. Lo consensuado ha sido entre el G7 y la Unión Europea, pero el compromiso pasa ahora al G20 donde están Rusia o China, aunque, según los protagonistas, el punto de partida es alentador.
Reacciones al acuerdo
El ministro de Finanzas Irlanda, uno de los países con uno de los impuestos de sociedades más bajos y que más ha atraído en los últimos años a las grandes empresas, ha valorado el acuerdo de manera positiva. "Es en interés de todos conseguir un acuerdo sostenible, ambicioso y equitativo sobre la arquitectura fiscal internacional", ha señalado en su cuenta de Twiter. Aún así, en este país piden que beneficie igual a los países pequeños y grandes.
Según el ministro de finanzas británico, se trata de una iniciativa "para ajustarse a la era digital global, pero sobre todo para garantizar que las empresas adecuadas paguen los impuestos adecuados en los lugares adecuados.
Desde la Unión Europea también lo han considerado un "gran paso" y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dado la "bienvenida" a esta "noticia positiva" en favor de la "modernización".
También desde la secretaría del Tesoro de Estados Unidos han destacado que "esta tasa mínima global pone fin a la carrera a la baja del impuesto de sociedades". Sin embargo, los estadounidenses defendían un impuesto del 21% frente al 15% que se ha terminado aprobando, por lo que se prevé un intenso debate en el Congreso sobre la medida.
Por su parte, la OCDE, lo ha calificado como "un paso histórico hacia el consenso mundial necesario para reformar el sistema fiscal internacional"
Reacción de Facebook
Nick Clegg, jefe de asuntos globales de Facebook, ha opinado sobre el acuerdo minutos después de que se diera a conocer. Para Clegg, el pacto supone "dar certeza a las empresas y fortalecer la confianza pública en el sistema fiscal global". También ha reconocido que de concretarse finalmente, Facebook tendría que pagar más impuestos en diferentes países.