IRPF
Por las modificaciones impulsadas por el Ejecutivo la nómina de febrero traerá sorpresas para muchos trabajadores.
Cambios en la nómina, rebajas fiscales, paquete de ayudas contra la inflación....probablemente hayas escuchado una y mil veces estas medidas en los últimos meses, sin embargo, en el día a día lo único que se percibe es que todos los precios siguen subiendo y el poder adquisitivo no para de bajar. Parece que hemos entrado en una espiral viciada en el que tenemos que estirar nuestra nómina cada día un poquito más que el anterior hasta que rompa.
El 1 de febrero de 2023 han entrado en vigor los nuevos tipos de retención aprobados por la Ley de Presupuestos Generales. El objetivo es que los trabajadores con niveles salariales más bajos tengan un cierto alivio para encarar la subida generalizada de los precios y para ello el Gobierno ha elevado el salario bruto anual a partir del cual se empieza a pagar el IRPF. Si hasta ahora los sueldos menores a 14.000 euros al año estaban exentos de pagarlo ahora esta horquilla se sube a los 15.000 euros al año. Además se incrementa la reducción de las retenciones del IRPF a las rentas de hasta 21.000 euros al año, que según los cálculos de Moncloa beneficiará a la mitad de los asalariados.
También se ha modificado el artículo 85.3 del Reglamento del IRPF, que regula el tipo de retención aplicable sobre los rendimientos del trabajo. Así los ajustes en las retenciones se extienden a aquellos contribuyentes que perciban rendimientos entre 22.000 euros y 35.200 euros anuales para evitar los "errores de salto".
¿Qué quiere decir esto de "errores de salto"?
Cuando un trabajador recibe un salario mínimamente superior al del año previo y eso implica que pase de un tramo a otro superior en la escala del IRPF. La consecuencia de esto es que lo que tiene que pagar de impuestos puede ser mayor que el incremento de salario por lo que su liquidez es inferior a la del ejercicio previo.
A los contribuyentes que están en la horquilla de entre 22.000 euros y 35.200 euros anuales hay que advertirles de que su salario neto correspondiente a enero será mayor que el del mes anterior pero al haber solo modificado el tipo de retención y no el tipo impositivo el impuesto a pagar será el mismo y a la hora de la Declaración de la renta del ejercicio de 2023 la potencial devolución también será menor.