UN CHINO EN ESPAÑA Y UN ESPAÑOL EN CHINA
En el polígono Cobo Calleja la vida continúa. Los más de 400 negocios chinos seguían este martes con su trabajo, mercancías que van de un lado a otro. En este China Town de Madrid, todos quieren esquivar la noticia, la 'operación Emperador'. Huyen de las cámaras con las mejores excusas. Y el que chapurrea el español se defiende.
Ellos vienen aquí a trabajar, a buscarse la vida, pero también muchas empresas españolas invierten en este gigante asiático. Es el caso de una bodega leonesa de Gorgonzillo. Cada año exporta más de 30.000 botellas de vino. El negocio allí se juega con reglas diferentes. Las negociaciones, con los chinos son largas y no falta el regateo, al más puro estilo asiático.
Pero para negociar siempre hay que entenderse, y el mandarín es complicado. Pero eso el negocio hay que cerrarlo con un traductor de muchas confianza. Son trabajadores incansables, incluso pedir una baja laboral es impensable.