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Claves para saber si tu empresa cumple los requisitos para eliminar la mascarilla

Los servicios de prevención de riesgos laborales tendrán la última palabra. Ellos decidirán si el próximo día 20, ya no habrá que utilizar la mascarilla de forma obligatoria en la empresa en la que trabaje. Deberán tener en cuenta una serie de parámetros para exigir o no continuar con el “cubreboca” durante las horas de trabajo.

La duda está en si una recomendación se puede convertir en una obligación. Vamos por partes. La Ponencia de Alertas, organismo que depende de la Comisión de Salud Pública, sigue recomendando la mascarilla en el trabajo. Una recomendación que engloba estos supuestos: lugares de trabajo donde no se pueda garantizar la distancia de seguridad del metro y medio o donde no haya una ventilación adecuada.

Aquí es donde entran los servicios de prevención de las empresas. Esas consideraciones las tienen que valorar y actuar. ¿Pueden obligar a los trabajadores a llevar mascarillas? Los expertos aseguran que sí, lo puede hacer, atendiendo a la seguridad de los trabajadores. Si hay personal vulnerable o trabajan en ambientes cerrados, cada empresa puede obligar a sus empleados a llevar la mascarilla.

Es cierto que en los centros de trabajo, los empleados conviven alrededor de 8 horas y el riesgo de contagio es más alto, sobre todo, si se tiene en cuenta la ventilación del lugar o el tamaño de la oficina.

En España, la mayoría de los centros de trabajo son pequeños, con menos de 50 empleados y sin un control correcto de la calidad del aire. Quizá en estos lugares, el riesgo de contagios es mayor. En este sentido, muchos expertos se inclinan por continuar con la mascarilla más allá del día 20 de abril.

Llevamos conviviendo con la mascarilla casi dos años y, a estas alturas, sabemos que si hay mucha concentración de personas y poca ventilación, quitarlas ahora de un plumazo en la oficina no es recomendable. Podría ser un paso atrás, según los expertos. Algunos aseguran que no es el momento todavía. A pesar de que en España hay 30 millones de persona vacunadas y la incidencia sigue descendiendo, los datos en los mayores de 60 años ronda los 400 casos por cada cien mil habitantes.

Además, las bajas laborales se han triplicado con la pandemia, con un coste muy alto, de unos 10 mil millones de euros. La recomendación o obligatoriedad de continuar con los tapabocas en los centros de trabajo podría reducir los costes laborales.

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