Electricidad
La factura eléctrica se ha convertido en un quebradero de cabeza para la mayoría de los españoles, lo que ha obligado a poner el foco en alternativas energéticas. Una de las que más fuerza está cobrando es la procedente del subsuelo, que se conoce como geotermia.
En general no somos conscientes de que a cien metros bajo tierra, a cien metros bajo nuestros pies, existe una fuente de energía inagotable, ecológica y gratuita. La geotermia no es conocida en España a pesar de que está siendo utilizada desde más de cuarenta años en países como Austria, Alemania o Estados Unidos. Si de algo ha servido la pandemia ha sido para que esta y otras tecnologías sean más conocidas para los consumidores españoles.
El volcán de la Palma nos ha mostrado en las últimas semanas lo que encierra el interior de la tierra, una energía disponible en todo el planeta que el ser humano ha aprendido a transformar en renovable, es decir, la geotermia. Margarita de Gregorio, de la Asociación de Empresas de Energías Renovables, explica que "la geotermia para climatización consiste en una bomba de calor en la que el intercambiador de calor está enterrado en ese terreno".
"Las principales ventajas son que se trata de una energía con un alto componente renovable, que es de origen no fósil que tiene unos grandes rendimientos energéticos. Esto lo que permite es tener unos grandes ahorros en las facturas de nuestros clientes, con lo que las amortizaciones que se consiguen son altas en un corto espacio de tiempo", añade Diego Demaría, director de Sostenibilidad Aedas Homes.
Por ello, cada vez más usuarios se suman a esta fuente de energía, desde urbanizaciones, hoteles y centros comerciales hasta atracciones turísticas e incluso edificios históricos.
Características de la geotermia
Uno de los aspectos positivos de la geotermia es que mantiene la temperatura de la casa a la temperatura escogida por los usuarios, normalmente 22 o 23 grados centígrados, y durante todo el año se mantiene esta temperatura. Además, no causa ningún tipo de impacto ni visual, ni auditivo, no suena, ni emite emisiones y está totalmente integrado en la edificación.
Las autoridades se muestran dispuestas a subvencionar este tipo de tecnología con el fin de que España sea un país menos dependiente a nivel energético.