Coronavirus
Después de declarar el estado de alarma en España por el coronavirus, cada vez las medidas de confinamiento se han vuelto más restrictivas por el aumento de casos de infectados. Para que el número de infectados vaya disminuyendo los ciudadanos deben permanecer en sus casas y salir solo cuando sea imprescindible durante, al menos, los próximos 15 días. Esta situación puede hacer que aumente nuestra factura de la luz.
Debido al confinamiento por el coronavirus, una gran cantidad de personas teletrabajan desde sus viviendas, muchos estudiantes realizan sus clases de manera virtual... y en definitiva, la televisión y todo tipo de aparatos electrónicos están en continuo funcionamiento por lo que es muy probable que la factura de la luz se dispare. ¿Cómo podemos ahorrar energía en nuestras casas? Los pequeños gestos en el día a día del confinamiento por el coronavirus pueden ser de gran ayuda para ahorrar en la factura de la luz a pesar de estar toda la familia en casa consumiendo energía. Lo primero que deberíamos tener es una tarifa adecuada a esta situación, con la potencia necesaria, teniendo en cuenta si se realiza discriminación horaria...
Apagar los aparatos electrónicos que están conectados a la luz pero que no estamos usando es importante y además, podemos ahorrar hasta un 10% en la factura de la luz. Un ejemplo claro son los ordenadores de mesa o portátiles, la televisión... que están conectados a la luz y consumen aunque no los estemos utilizando.
En los electrodomésticos también podemos ahorrar, es recomendable elegir los programas que funcionan con temperaturas bajas, puesto que al calentar el agua es cuando más consumen. Si tienes lavavajillas te recomendamos activar los programas ECO y en caso de poner una lavadora, mejor hacerlo por la noche que por la mañana, de esta manera tendremos un 20% menos de gasto. También, ajustar la potencia eléctrica es clave, puesto que muchas familias pueden tener contratada una potencia mayor a la que necesitan, y pueden estar pagando más innecesariamente.
En los días que hace frío, la mayoría tenemos las calefacciones encendidas y para mayor ahorro debemos tener una temperatura de entre 19 y 21 grados durante el día y por la noche, sobre todo en los dormitorios, entre 15 y 17 grados. Por último, puede que parezca obvio, pero la mayoría nos dejamos las luces encendidas. Es importante apagar la luz en las estancias que no estemos utilizando y dejar que entre la luz natural hasta que el sol se esconda, puesto que con este gesto ahorraremos de forma considerable en nuestra factura de la luz.