REFORMA FISCAL

La CEOE pide rebajar los impuestos y reducir las cotizaciones sociales

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha defendido una reforma fiscal que rebaje el IRPF, elimine el impuesto de sociedades y no suba el IVA. Dicha propuesta para la reforma fiscal será remitida al Gobierno.

La CEOE ha defendido hoy una reforma fiscal que simplifique el sistema tributario, rebaje el IRPF y el impuesto de sociedades, elimine el gravamen sobre el patrimonio y no suba el IVA "porque no es oportuno y supondría una mayor caída de la demanda interna, comprometiendo la recuperación económica".

Así lo han expuesto este miércoles el presidente de la CEOE, Juan Rosell, y la vicepresidenta de la patronal y presidenta de la Comisión Fiscal, Pilar González de Frutos, que han presentado la propuesta de los empresarios para la reforma fiscal que remitirán al Gobierno.

El documento incluye también dos demandas históricas de la patronal: la rebaja de dos puntos de las cotizaciones a la Seguridad Social y el establecimiento de la cuenta de compensación fiscal, de forma que el pago de impuestos y cotizaciones puedan ser compensado con los importes pendientes de cobro de la Administración. "No es posible subir los impuestos a las empresas y resulta urgente reducir las cotizaciones a la Seguridad Social", recalca el texto, en el que se señala que la presión fiscal sobre las empresas se ha incrementado "hasta límites difícilmente asumibles".

Además, el documento señala la necesidad de luchar contra el fraude fiscal. Respecto al impuesto de sociedades, la patronal pide una reducción del tipo nominal para acercarlo al tipo que efectivamente se paga, regular los pagos a cuenta para que nunca excedan de la cuota definitiva a pagar y aboga por una "revisión en profundidad" de la regulación de las deducciones para ajustarlas a los criterios del Tribunal de Justicia de la UE y del Tribunal Supremo.

En cuanto al IRPF, plantea eliminar el gravamen adicional que se ha establecido para los ejercicios 2012, 2013 y 2014. La patronal es tajante además con el impuesto de patrimonio, que estima debería eliminarse definitivamente. Rosell ha insistido en que el espíritu de la reforma ha de ser el fomento de la competitividad de las empresas, pero que para ello se precisa la estabilidad y eficiencia del marco legal y del sistema tributario.

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