Coronavirus
Los negocios situados en el interior de los centros comerciales están sufriendo en mayor medida las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus. Entre ellos hay especial preocupación ya que, de momento, siguen sin poder abrir.
En un centro comercial hay, por ejemplo, peluquerías, que en la calle ya están funcionando gracias a la fase 0 de la desescalada del coronavirus. "Tengo una lista de clientes que no puedo darles cita por que no sé la fecha en la que voy a poder abrir", cuenta la dueña de una peluquería. Otro caso es el de las tintorerías: "Esto nos ahoga y no sabemos si podremos sobrevivir".
Los dueños de los negocios siguen pagando los alquileres aunque sus tiendas se han convertido en "almacenes de ropa que estamos pagando a precio de oro". Y, para poder hacer frente a esos pagos, piden que los centros comerciales se abran cuanto antes.
La fase 2 de la desescalada del coronavirus es la que permite la reapertura de estos centros, una fase para la que mínimo quedan algo más de dos semanas.