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Casi la mitad de los españoles siguen pagando las vacaciones de sus hijos adultos, según un estudio

Uno de cada diez españoles reconoce que una de las razones para irse con sus padres o suegros de vacaciones es la contribución económica que hacen. Además, un 12% afirma que otro motivo es que les ayudan con el cuidado de los niños.

Casi la mitad de los españoles siguen pagando las vacaciones a sus hijos adultos, según muestra un estudio realizado por Enterprise Rent-A-Car en Europa.

Este estudio muestra que un 44% de los adultos españoles han estado de vacaciones con sus padres o suegros el año pasado, y en el 75% de los casos, los padres ayudaron en el coste de esas vacaciones, porcentaje que crece hasta el 85% en las personas con edades comprendidas entre los 25 y 34 años. En el 42% de los casos, esta contribución fue pagar parte del coste de alojamiento y en el 37% de los casos, la comida.

De hecho, uno de cada diez españoles (el 10%) reconoce que una de las razones para irse con sus padres o suegros es la contribución que hacen en pagar parte de esas vacaciones, si bien un 58% afirmó que la razón principal es pasar tiempo con ellos (razón que crece hasta un 62% en los jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y los 24 años) o que los nietos puedan disfrutar de sus abuelos (un 23%).

Asimismo, un 12% afirmó que otro de los motivos para irse con ellos es para que les ayuden con el cuidado de los niños y un 6% para que colaboren en las tareas del hogar.

Casi la totalidad de los encuestados, un 97% de las personas que se fueron de vacaciones con sus padres o suegros en el último año, afirmó que volvería a hacerlo y que una de las principales ventajas es la oportunidad que estas suponen para pasar tiempo de calidad juntos, según un 51%.

Sin embargo, los encuestados también mostraron que existen inconvenientes en pasar las vacaciones con los padres o suegros. Como principal desventaja, un 38% afirmó que es la dificultad para satisfacer los gustos de todos durante las vacaciones (porcentaje que aumenta hasta un 44% en los jóvenes de edades entre los 18 a los 24 años), un 35% la falta de privacidad, mientras que para un 19%, una de las desventajas reside en la dificultad en gestionar las relaciones familiares.

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