España vaciada
En Irueste, Guadalajara, este año la Navidad ha sido un poco más triste y apagada porque todavía no tienen quién se haga cargo del único bar que hay en el pueblo. Y eso que lo han puesto fácil, porque además de un alquiler de 10 euros del bar, regalan casa a quienes quieran regentarlo.
A 36 kilómetros de Guadalajara se encuentra Irueste, un pueblo de 80 habitantes censados y un solo negocio que ahora peligra. Los anteriores propietarios lo dejaron a primeros de noviembre. "Uno de ellos tuvo un problema de salud y la otra persona pasaba a jubilarse", explica Pedro del Olmo, alcalde de la localidad.
Buscan un matrimonio que regente el bar y lo más importante: que tenga ganas de quedarse y formar una nueva vida. En verano reciben muchos clientes, pero los inviernos, afirman, son duros. Aun así, los beneficios que ofrecen son muy tentadores: un precio simbólico de 10 euros por el alquiler mensual del local, un pago de solo el 30% de la factura de la luz en invierno y, lo más importante, una casa gratis de 68 metros cuadrados.
La vivienda en la que vivirían los nuevos dueños tiene una sola planta, con una pequeña cocina, dos habitaciones y un cuarto de baño completo. Perfectamente equipada para entrar a vivir.
No es de extrañar que con estas características, hayan recibido más de tres mil correos, procedentes de todo el mundo. "Desde Colombia, Abu Dabi, Portugal, entre otros países", afirma Del Olmo.
En estos momentos, los vecinos son los que están abriendo el bar hasta encontrar al afortunado. "Lo ideal es que sea una pareja, que tenga hijos que les puedan echar una mano en determinados momentos", dice un vecino. Un negocio que "da vida al pueblo" y que sirve de lugar de reunión. Si no que se lo digan a Julián, otro de los vecinos: "Es la única cosa que tenemos en el pueblo, allí puedes tomarte una cerveza, pasar un ratillo, charlar y quien quiera echar la partida, pues echarla".
Tanto él, como los demás, esperan la llegada de los afortunadosque seguirán regalando este punto de encuentro a Irueste.