DANA Valencia
Tras la DANA, algunos municipios siguen aislados siete días después de la tragedia.
Los niños han vuelto hoy a las aulas en algunas de las zonas afectadas por la DANA, como es el caso de Valencia capital, donde la mayoría de colegios han abierto hoy después de una semana en la que la actividad escolar quedó paralizada. En otros lugares más afectados por las lluvias, por desgracia, la vuelta al cole va a seguir retrasándose. También tendrán que esperar para recuperar la normalidad que perdieron hace siete días con las lluvias. En Paiporta, han dispuesto de un autobús que está intentando transportar a viajeros desde Paiporta a Valencia para acercar poco a poco la normalidad a las zonas afectadas.
Las fuertes lluvias que arrastraron todo tipo de objetos bloquearon las salidas. Muchas otras vías, fueros arrasadas y destruidas, como varios puntos de la A7, que dejan a los vecinos incomunicados. Para los vecinos de la zona, quedan pocas alternativas, a pie o esperar a un autobús.
Aunque poco a poco se van despejando las carreteras y calles de los pueblos afectados por la DANA, otro de los problemas que tienen los vecinos es que sus coches quedaron destrozados. Según los cálculos del Consorcio de Aseguradoras, más de 100.000 vehículos quedaron inservibles. Hasta que no lleguen las primeras ayudas, muchos tienen que esperar para coger un autobús. Algunos para ir a trabajar, trámites burocráticos o ir al hospital. Aunque los que más se repiten son poder ir a comprar a Valencia, ya que muchos de los comercios han quedado arrasados por las lluvias.
En Paiporta, no les queda más remedio que coger el autobús. Fue una de las zonas más afectadas por la riada, donde se calcula que el 95% del parque automovilístico ha quedado dañado. La otra opción que tienen es caminar. Esta poca cantidad de alternativas ha provocado largas colas en la parada de autobús. Más de una hora media de espera, nos relatan los vecinos de la localidad valenciana. También, aseguran que cuando llega, no cabe todo el mundo que está esperando. Mientras en Paiporta, los que se quedan siguen con el trabajo, eliminando todo el barro que queda en las casas y calles. Trabajos que no han parado desde el primer día.
Con la llegada de la noche, todos paran y los voluntarios se van. En algunos pueblos afectados por las lluvias solo se pueden alumbrar por generadores. Eso les permite tener luz en las casas, pero no en sus calles. Que tras las oleadas de robos, muchos vecinos aseguran tener "mucho miedo por las calles". También tienen problemas con el agua, los que tienen la suerte de tenerla solo la pueden usar para asearse, porque su consumo alertan las autoridades que es mejor evitarlo.
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