Extremadura
El 'Elysium City' está cada vez más cerca. Este megaparque residencial y de ocio se construirá en Castilblanco, un pequeño pueblo de Badajoz de menos de mil habitantes.
El 'Elysium City' lleva tiempo sobre la mesa y, ahora sí, ya tiene el visto bueno de la Junta de Extremadura, que acaba de aprobar los planes urbanísticos y medioambientales necesarios para poder ponerlo en marcha. Este macrocomplejo que ya es conocido como el 'Eurovegas extremeño' podría empezar a construirse antes de que acabe el año en Castilblanco, un pequeño pueblo de Badajoz. "Nos parece muy bien porque daría mucha vida al pueblo y a todos los pueblos de alrededor", eso es lo que nos dicen los vecinos, que están contentos con el proyecto, "el pueblo está envejeciendo muchísimo y necesitamos que la gente vuelva".
Una inversión de 18.000 millones
Para poner en marcha este megaparque residencial y de ocio se va a realizar una inversión de 18.000 millones de euros. Y ¿qué es lo que se va a construir exactamente? Pues todo un complejo de lujo que contará con 2.000 viviendas, 13 hoteles, apartahoteles, comercios, parques acuáticos, campos de golf, casinos, helipuerto y hasta un estadio con capacidad para unas 40.000 personas que podrá albergar eventos deportivos. Con todo esto, los promotores del 'Elysium City' calculan que recibirán unos 4,5 millones de visitas anuales.
Más empleos y más expropiaciones
Este 'Eurovegas extremeño' se extenderá en una superficie de casi 1.200 hectáreas. Todavía faltan por expropiar unas 220 pero los vecinos de la zona aseguran que los propietarios de los terrenos están de acuerdo en cederlos. Allí, en Castilblanco todavía no se creen que este proyecto vaya a hacerse realidad. "Será buenísimo porque va a traer muchos puestos de trabajo", nos cuenta en la plaza del pueblo. Y no van nada desencaminados porque se espera la creación de 56.000 empleos, todo un impulso para esta localidad de menos de mil habitantes con una tasa de paro del 25%.
Los ecologistas, en contra
La construcción del macrocomplejo también ha puesto en pie a los ecologistas, que se oponen a este megaproyecto. Aseguran que la zona en la que se va a levantar, junto al embalse Orellana, está protegida y es de alto valor ecológico. Además, añaden que otro problema será el agua, un recurso que escasea en Extremadura y que tendrá que destinarse a los parques acuáticos y los campos de golf que se pretenden construir. Si nada cambia, el megaproyecto debería estar terminado en 2028.