Sequía
La pandemia, la invasión rusa de Ucrania, la inflación y ahora la sequía, que incrementará nuevamente los precios de los alimentos. Las perspectivas, lejos de mejorar, empeoran
El campo agoniza. Es la seria advertencia que hacen las agrupaciones agrarias y cooperativas, que reconocen que la falta de lluvia va a provocar otra subida en el precio de los alimentos.
"La producción de alimentos está en peligro. Muchas explotaciones, si no se toman medidas, pronto van a desaparecer", señala Ignacio Huertas, secretario ejecutivo de UPA.
Ante esta situación han solicitado al Gobierno y a las comunidades que tomen medidas cuanto antes para intentar atajar el problema. "Las perspectivas que tenemos es que vamos a ir a peor", reconoce Miguel Padilla, secretario general de COAG.
Además, la sequía está generando un sobrecoste a los ganaderos. Raúl tiene que gastar 20.000 euros en piensos y paja. Son "280 euros diarios" para alimentar a sus vacas durante tres meses, cuando lo habitual es que en esta época del año los animales coman pasto del campo. "Según están los costes de producción y todo, encima súmale esto", lamenta.
Alza continuada de precios
La consecuencia más inmediata es un inminente encarecimiento de los precios de alimentos como la carne, la leche o el queso. Aunque no serán los únicos. La fruta de hueso, los cítricos y la judía verde también registrarán una subida significativa.
En Asaja explican que "todo se va a encarecer porque no hay y porque lo poco que hay ha costado mucho producirlo". Las condiciones han cambiado y actualmente más del 65% de los cultivos ya están perdidos.
En este sentido las asociaciones agrarias subrayan que para bajar los precios "hay que abaratar el gasóleo, los fertilizantes y la energía".
Tomy, agricultor de Córdoba, no podrá cosechar sus cereales este año, pero afirma que "el dramatismo lo va a tener el consumidor porque la sequía no es solo en España" por lo que los alimentos van a seguir subiendo.
Bruselas comparte la preocupación por la sequía
Lo cierto es que la ausencia de precipitaciones también está afectando a otros países europeos, principalmente en el sur. De hecho, el pasado año la Unión Europea registró la peor sequía de los últimos 500 años con un 64% del territorio en alerta.
En un reciente informe la Comisión Europea ha asegurado que el viejo continente se encamina hacia el verano más crítico. Algo que ya está generando "inquietud" en muchos sectores.
"La situación actual podría volverse crítica en los próximos meses si las anomalías en temperatura y precipitaciones persisten en la primavera de 2023. Serán necesarios una vigilancia estrecha y planes de uso de agua adecuados para lidiar con una temporada que actualmente corre el riesgo de ser crítica en recursos hídricos", apunta el informe.