Canarias
La despoblación y la falta de oportunidades laborales en algunos pueblos del interior de nuestro país provoca este tipo de situaciones curiosas. Sus vecinos explican cómo ha cambiado Caideros en las últimas décadas.
A 50 minutos de la capital de Gran Canaria se encuentra Caideros. Es la zona alta del municipio de Gáldar. Aquí en las medianías de la isla el fenómeno de la España vaciada se hace también presente fuera del territorio peninsular. Entre el paisaje verde y rural encontramos a Antonio, que espeta indicaciones a su perro “moro” (que así se llama) para que reúna al rebaño. Al hablar con él, nos enumera uno a uno los pastores, que como él, aún quedan en la zona “Cristóbal, Fermín,… ¡Ya prácticamente no hay!” nos explica “pero bueno, como para comer solo hay que abrir la nevera y coger los alimentos (ríe)”
Antonio aún trabaja, pero reconoce que a pérdidas. También continúa con su actividad Patricio. Es argentino y desde hace muy pocos meses que regenta al restaurante que nos encontramos a la entrada del pueblo. Tiene 66 años, edad ya cumplida de estar jubilado, pero ha decidido seguir adelante con los negocios.
En su caso, dice que cuando más ajetreo tiene son los fines de semana porque “vienen muchos turistas y motoristas al pueblo”. Un lugar, en el que “todos o casi todos son pensionistas. Somos personas ya muy mayores como Fefa, de 94 años”. O como Benito y María de las Nieves. Son un matrimonio octogenario. Benito era pastor y María de las Nieves elaboraba quesos. Hoy forman parte del censo de personas pensionistas de Caideros.
Lo mismo al matrimonio formado por Araceli y Maximino. Araceli trabajó incluso en la construcción y Maximino fue pastor hasta hace bien poco pero no pudo continuar con la actividad debido a su situación física. Ambos son ya pensionistas también.
En Caideros, según los últimos datos estadísticos, hay 3 jubilados más que personas trabajando. O lo que es lo mismo, hay 237 personas que, con su trabajo, contribuyen a las aportaciones a la seguridad social para pagar las pensiones de los 240 jubilados censados.
Otra muestra representativa de que la pirámide poblacional comienza a ser más ancha en la punta que en la base es el número de alumnos que tiene la escuela del pueblo: 12. Nos lo cuenta Juan Pablo, que se ha jubilado hace apenas tres años, y que ya no vive en el pueblo, solo sube “para ver a la familia”.
Las cifras y los testimonios coinciden
Menos niños y más población mayor de 70 años. Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) en 2021 nacieron en España un total de 337.380 personas. 341.315 en 2020 y si comparamos los datos y nos situamos en la línea temporal correspondiente a 2011, 10 años antes, los datos registrados son de 471.999 nacimientos. Casi medio millón de personas. En apenas una década han nacido 134.619 personas menos en nuestro país.
Este es solo el primer factor, la punta del iceberg de un problema más profundo… ¿Si nacen menos personas y cada vez hay más pensionistas, ¿cómo y, sobre todo, quién paga esas pensiones? Pues fácil, los trabajadores…
La relación entre afiliados a la Seguridad Social y pensionistas se encuentra en máximos de la última década con 2,39 cotizantes por cada pensionista a cierre de 2022 -una cifra que en Canarias es de 2,69-, pero la edad media del grueso de los trabajadores y el envejecimiento de la población hace peligrar el actual sistema de pensiones en España.
Pero si tenemos en cuenta que todos los afiliados no son personas en activo, es decir, que pueden ser trabajadores fijos-discontinuos, debido a la reforma laboral, la relación entre trabajadores por jubilado sería algunas décimas menor, de 2,24 por 1 pensionista.
De momento, el equilibrio se mantiene aunque comienza a tambalearse y zonas como Caideros, en Gáldar, es el vivo ejemplo de ello. De momento sólo son 3 jubilados más que trabajadores pero el futuro no es nada halagüeño. Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en 2050 habrá 16 millones de pensionistas en nuestro país. Pensionistas que económicamente dependen de una masa social de personas en activo, porque recordemos que, estar en edad de trabajar, no es lo mismo que estar trabajando.