FLEXIBILIDAD RESPECTO A LA ADAPTABILIDAD DE SU PROGRAMA
El Banco Central Europeo (BCE) informó de que ha mantenido su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0%, tras haber discutido el rumbo de su política monetaria y después de que la inflación subiera en septiembre. Asimismo el BCE también decidió dejar inalterada la tasa de interés de la facilidad marginal de crédito, a la que presta el dinero a un día, en el 0,25%. También ha mantenido la tasa de interés a los depósitos de los bancos a un día en el -0,40%.
La entidad monetaria europea también dijo que prevé que "sus tipos de interés rectores se mantengan en los niveles actuales o en niveles inferiores, durante un período prolongado que superará con creces el horizonte de las compras netas de activos". El BCE también confirmó que va a comprar deuda pública y privada de la zona del euro por valor de 80.000 millones de euros mensuales hasta marzo de 2017 o más allá de esta fecha si fuera necesario, hasta que observe un ajuste de la inflación compatible con su objetivo, que es una tasa algo por debajo del 2%.
El BCE comenzó en abril a ampliar las compras de deuda pública y privada de la zona del euro hasta una cantidad mensual de 80.000 millones de euros. Hasta entonces el BCE había comprado durante un año deuda por un valor de 60.000 millones de euros mensuales. Desde junio el BCE también adquiere deuda corporativa de empresas de la zona del euro con grado de inversión, también aseguradoras. Estas compras de grandes cantidades de deuda se denominan expansión cuantitativa (quantitative easing en inglés, cuyo acrónimo es QE).
"La flexibilización cuantitativa (QE) no acabará repentinamente en marzo de 2017 sin ninguna señal precedente por parte del BCE", comenta el director global de Renta Fija de Allianz Global Investors, Franck Dixmier. Esta opinión es compartida en gran medida por los mercados, que no esperan que el BCE anuncie hoy un cambio en la política monetaria. Los expertos de UniCredit también descartan que el BCE vaya a anunciar nuevas decisiones de política monetaria.
"Creemos que la situación actual no requiere ninguna media de urgencia por parte de Draghi, y que una reducción del QE sería prematura en este momento", añade Dixmier. Considera que la reunión del BCE en diciembre podría ser muy importante y que "es probable que para entonces Draghi desee articular la adaptación de las modalidades técnicas de su programa con un cambio de rumbo en la política monetaria del BCE".
Se prevé que el presidente del BCE mantendrá una vez más todas las opciones abiertas y mostrará flexibilidad respecto a la adaptación de su programa. El BCE podría ampliar el programa de expansión monetaria según cuáles sean las perspectivas de la inflación. "Mario Draghi podría recordar a los mercados que la flexibilización cuantitativa no se limita al nivel técnico. En otras palabras, el BCE puede modificar las normas que ha seguido desde 2015 para determinar el tamaño de sus compras por emisión y por emisor, las asignaciones por país y la limitación de las inversiones por debajo de la tasa de depósito", según Dixmier.