ASÍ NACIÓ EL GIGANTE BANCARIO
Rodrigo Rato asume en enero de 2010 el encargo de reflotar Caja Madrid. Su primera tarea, apoyada por los reguladores, es la megafusión de siete cajas, entre ellas Bancaja y Banco de Valencia, de las que nace el BFA, Banco Financiero y de Ahorros, y también Bankia: la marca comercial del grupo.
El Estado inyecta en la operación 4.500 millones de euros, pero los mercados y el gobierno presionan. Hay que conseguir liquidez, al menos 3.000 millones de euros más. Para ello, Bankia comienza a cotizar en bolsa. Bankia nace con más de 11 millones de clientes y un volumen de negocio que supera los 485.000 millones de euros: un gigante con pies de barro. Desde ese momento, la acción pierde valor.
José Luis Olivas se ve obligado a dejar la entidad cuando se destapan los problemas del Banco de Valencia. Bankia tiene un agujero en su balance de 31.000 millones de euros. En mayo, Rodrigo Rato presenta su dimisión y cede el testigo a José Ignacio Goirigolzarri.
La primera decisión del nuevo presidente: pedir la intervención del banco por el Estado y, después, la dimisión de todo el Consejo de Administración. La ayuda que finalmente se proporciona a la entidad supera los 23.000 millones de euros. Una cantidad que aportará la unión europea y cuyas condiciones de devolución se concretarán la semana que viene.