Bancos de alimentos
Las donaciones en el Banco de Alimentos de Madrid han caído un 40% respecto a los meses anteriores al verano.
La inflación, la crisis energética, la guerra de Ucrania, ha provocado desabastecimiento en los Bancos de Alimentos. En el de Madrid, las donaciones han caído un 40% respecto a antes de verano. Hay muchas estanterías vacías. Y es que la crisis se está llevando por delante gran parte de las aportaciones que hacían empresas y particulares.
"La gente que antes te donaba algo, ahora lo requiere para su compra diaria", dice Antonio Díaz, delegado del Banco de Alimentos en Alcalá de Henares donde cada día dan comida a 180.000 personas.
Por si fuera poco, el número de beneficiarios de estas donaciones se incrementa. Cada vez hay más personas jóvenes, entre 30 y 40 años, con hijos y con trabajo pero con un sueldo precario. La nómina no les alcanza para pagar las necesidades básicas.
Las historias personales
María es una de ellas. Cada mañana va al Banco de Alimentos para conseguir comida para su bebé de tan sólo 5 meses. Su marido trabaja en hostelería pero el salario que percibe es insuficiente. "Con el sueldo no da abasto para pagar piso, luz, agua, todo", dice angustiada.
Para Mary es la primera vez que acude al Banco de Alimento, está embarazada de su primera hija. Aunque trabaja, las cuentas tampoco le salen. Dice que "va al supermercado y tiene que elegir entre una cosa y otra".
Ángel ha perdido a su pareja a causa de una enfermedad, tiene un hijo de 1 año y no encuentra trabajo. "Pañales, leche, galletas, son las cosas que consigo aquí", asegura.
¿Cuál es el perfil de los que acuden al Banco de Alimentos?
Menos para repartir y una demanda que crece cada día. Eso sí, con un perfil diferente: "Suele venir cada vez más gente que tiene un trabajo precario y que se ve obligada a pedir ayuda", nos dice Inmaculada Giménez, de la Fundación Madrina
Cualquier donación es bienvenida. Los altos precios han hecho mella en la solidaridad. España supera la media de la Unión Europea en población con riesgo de pobreza. Casi el 28 por ciento de la población no pueden cubrir todas sus necesidades básicas. La media en la Unión es del 21%. Solo nos superan Bulgaria, Rumanía y Grecia.