Vivienda
Pide al Gobierno que estimule la oferta y más vivienda pública.
"La ley de vivienda es una mierda", es lo que gritaban un grupo de personas a la ministra Isabel Rodríguez este mismo miércoles durante la firma de un protocolo de vivienda asequible para universitarios. Y es que, el acceso a la vivienda para los jóvenes es uno de los principales problemas. El Banco de España ha puesto el foco en la situación del mercado de la vivienda en España y hay un dato que llega a impresionar: calcula que faltan 500.000, y pide al Gobierno que estimule la oferta y más vivienda pública. También justifica la posibilidad de intervenir el mercado ante la escalada de precios.
Los hogares jóvenes cuya persona de referencia no tiene más de 30 años han incrementado su peso en el mercado del alquiler más de 20 puntos porcentuales en los últimos 16 años, lo que ha supuesto pasar de suponer el 32,2% en 2007 hasta el 56,6% en 2023, según se desprende del informe 'El Mercado del Alquiler de vivienda Residencial en España' llevado a cabo por el Banco de España.
De la misma forma, aquellos hogares integrados por personas de entre 30 y 44 años que están en alquiler también han aumentado su peso, en este caso pasando de representar el 18,1% en 2007 a ser el 34,3% en el año 2023.
Entre los hogares más jóvenes que han podido emanciparse, la ratio de propiedad se sitúa en el 29%, que en datos supone 30 puntos porcentuales menos que en 2007, mientras que el porcentaje de jóvenes entre 18 y 34 años que residían con sus padres se había incrementado en 13 puntos porcentuales desde 2008, hasta alcanzar el 66% en 2022.
"Los nuevos hogares cuyas personas de referencia, responsables de la vivienda arrendada, tienen una menor edad son el colectivo que ha experimentado un mayor incremento del peso relativo de la vivienda en alquiler", señalan desde el Banco de España.
Se trata de una de las principales conclusiones del estudio que ha llevado a cabo la institución, donde se recalca que el encarecimiento del precio del alquiler en España que, en promedio, se ubica por encima del aumento de la renta de los hogares arrendatarios, deriva de un crecimiento "insuficiente" de la oferta de vivienda de alquiler residencial para absorber el sostenido aumento de la demanda.
Es un encarecimiento que también estaría condicionado por la situación laboral de los mismos y se vería limitado por el escaso dinamismo de la productividad de la economía.
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