Economía
Uno de los sectores más afectados por la crisis del coronavirus, además de la hostelería, es el del transporte aéreo. Buscan la manera de reinventarse para minimizar pérdidas en una época en la que apenas hay pasajeros.
Una de estas nuevas alternativas es convertir los aviones en restaurantes. En una compañía asiática, no se trata de degustar el típico menú de viaje, sino uno gourmet elaborado por una popular chef. También hay restaurantes temáticos donde los camareros te atienden como si fueran el personal de cabina.
Otra opción es ponerse a los mandos de la aeronave y simular los movimientos del piloto. Sin embargo, esta alternativa cuesta 540 euros durante media hora.
Y para los que más ansíen volver a volar se ofertan los 'viajes a ninguna parte'. Ya operan en Taiwan y sobrevuelan la ciudad durante una hora, aterrizando en el mismo punto.