Salario Mínimo Interprofesional
La última subida del salario mínimo a 1.000 euros, provocó en su momento la pérdida de más de 25.000 empleos en el campo.
Los agricultores llevan un año soportando las subidas del gasoil, de los fertilizantes y Manuel, agricultor en Los Cortijos, afirma que los abonos le han subido hasta un 300% en tan solo un año.
A este alto coste de la producción, ahora se le suma este nuevo gasto: la subida del salario mínimo. "Ya llegamos a un punto que no puede ser. Tienes que parar y reducir gente", afirma Manuel. Él tiene doce trabajadores a su cargo, pero por mucho que no quiera, seguramente terminará la temporada con menos personal. Su idea es invertir en máquinas y seguramente tendrá que "quedarse con tres trabajadores menos".
Según datos del INE sobre el censo agrario, hasta diciembre de 2020, últimos datos disponibles, el sector había perdido 75.000 explotaciones agrarias en los diez años anteriores. A estos datos falta añadirle los graves efectos de la pandemia dejó en el sector y la guerra en Ucrania.
Este nuevo golpe llega en un año donde la sequía ya ha hecho mucho daño en el campo. La cosecha de aceite por ejemplo, se ha quedado en un 40% respecto al año pasado. El rendimiento del olivar está en mínimos desde los últimos 30 años. Y al igual pasa con muchas otras frutas y verduras.
Todos estos factores funcionan como una cadena que finalmente, siempre repercute en el consumidor. "Este tipo de subidas reiteradas pueden conllevar otras, no tan deseadas, por ejemplo, en el precio de los alimentos", avisan desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA).
En la cooperativa donde trabaja María Amores, han visto como su número de socios ha disminuido considerablemente y no descartan, que se sigan reduciendo.