HERENCIAS
Con la llegada de las fiestas y las reuniones familiares, muchos españoles se enfrentan a conversaciones sobre patrimonio, herencias y organización de bienes. Sin embargo, más del 55% de los ciudadanos no hacen testamento, según datos del Consejo General del Notariado.
La falta de planificación puede generar tensiones familiares, costes fiscales elevados e incluso renuncias a herencias, un escenario que preocupa cada vez más a expertos en derecho sucesorio. Desde 2020, las reformas del impuesto sobre sucesiones han aumentado la carga fiscal para los herederos. La reducción de bonificaciones para los hijos y la introducción de los valores de referencia estatales han elevado entre un 20% y un 40% los impuestos en muchos casos. Según Grupo Pérez-Pozo, despacho especializado en gestión patrimonial y derecho sucesorio, estas complejidades explican por qué las renuncias hereditarias se han multiplicado por cuatro en los últimos años. “La planificación sucesoria no es solo una cuestión de dinero: es un acto de protección hacia nuestros hijos y familiares”, explica Carmen Pérez-Pozo Toledano, fundadora y CEO de Grupo Pérez-Pozo.
Con una buena planificación, se pueden evitar conflictos, proteger a los herederos de posibles deudas y, al mismo tiempo, optimizar los impuestos de manera legal. Al respecto, desde Grupo Pérez-Pozo comparten cinco claves para proteger tu patrimonio y evitar problemas familiares:
Más allá de los impuestos, la planificación sucesoria cumple una función emocional: protege a los familiares y evita tensiones que a menudo surgen tras un fallecimiento. “Un buen plan sucesorio no solo organiza los bienes, sino que da tranquilidad y seguridad a quienes más queremos”, señala Carmen Pérez-Pozo Toledano. Ejemplos prácticos y divertidos de planificación sucesoria, según tu estado y edad. Para ilustrar la importancia de planificar con tiempo, algunos ejemplos reales inspirados en casos comunes: Un futuro padre muere en un accidente mientras su hijo —el nasciturus— aún no ha nacido. La planificación adecuada permite que ese bebé herede si nace con vida, protegiendo así su futuro económico. - A los 60- Cuando tus hijos ya son adultos (y muy diferentes entre sí): una madre de casi 60 años se enfrenta a una familia diversa: un hijo con pareja complicada, otro con un compañero maravilloso y una hija en el extranjero. Aquí la clave es planificar para evitar favoritismos involuntarios o influencias externas, pactando la sucesión con su marido para que todo quede claro y evitar conflictos. Una mujer de 85 años quiere asegurarse de que su perro quede bien cuidado cuando ella ya no esté. Aunque las mascotas no pueden heredar, sí puede asignarse la herencia a una entidad o persona que garantice su bienestar. Planificar la sucesión es un acto de protección que combina rigor legal con acompañamiento humano. Son algunos ejemplos de cómo un "más allá de los bienes en paz" da muchísima tranquilidad.
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