Coronavirus
La decisión del Reino Unido de imponer sin previo aviso una cuarentena a los viajeros procedentes de España es ya un terremoto turístico. Todos los sectores afectados critican la fórmula elegida por el gobierno británico por unilateral, sorpresiva y exagerada. Muy dura se ha mostrado la asociación que agrupa a las aerolíneas.
Tampoco los turistas británicos han apoyado mayoritariamente la medida, especialmente la fórmula elegida, el escaso plazo para reaccionar entre el anuncio y su puesta en marcha. En los últimos años la cifra de británicos que elegían España había superado los 18 millones al año y el sector trataba de evitar fugas tras los problemas relacionados con el Brexit y la quiebra de Thomas Cook. La pandemia del coronavirus ya había golpeado con fuerza al sector que esperaba salvar algo de la temporada en estos meses de verano.
IATA habla de "golpe desproporcionado"
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo ha sido muy dura en su respuesta a la decisión del Reino Unido. Lo califican de "un duro golpe a las esperanzas de recuperación que resulta desproporcionado con respecto a los riesgos para la salud". Asegura IATA que "este es un gran revés para la confianza del consumidor, que es esencial para impulsar la recuperación".
Y reflexionan sobre el método elegido por el gobierno de Boris Johnson, ese anuncio que no dio tiempo para que los operadores y los viajeros pudieran reaccionar. "Una orden de cuarentena general decidida unilateralmente para todos los que regresen a Reino Unido desde España no refleja con precisión los riesgos que plantea un pico regional en un rincón del país".
De hecho este lunes la secretaria de Sanidad británica ha reconocido que no hay los mismos contagios en Baleares y Canarias que en otros puntos de la península.
Reacciones de TUI y Ryanair
Ryan Air ha expresado este lunes su intención de seguir operando los vuelos programados con España. El operador TUI, que mantiene los vuelos con las islas Baleares y Canarias, también se ha mostrado crítico con el método elegido por el gobierno británico