Coronavirus
Uno de los grandes interrogantes de la desescalada tras la cuarentena por el coronavirus es el modo en que se gestionarán diferentes espacios como las oficinas, los centros comerciales o las playas en los que habrá que mantener la distancia social.
En este sentido, la empresa de servicios inmobiliarios, Cushman & Wakefield, ha diseñado un plan para acondicionar las oficinas después del confinamiento.
La propuesta consiste en la adecuación de medidas como la colocación de flechas en el suelo para ordenar los flujos de movimientos, la articulación de mayor espacio entre empleados, la colocación de pantallas protectoras o la delimitación con un círculo pintado en el suelo del espacio de cada trabajador que no puede ser invadido por algún otro.
El proyecto ha sido elaborado a partir de la información recopilada sobre la vuelta al trabajo en China y la intención de la empresa es que se implante en todas sus oficinas y que pueda ser aplicable en los espacios donde trabajan sus empresas clientes.