Energía
El 60% de los consumidores reconoce que tiene dificultades para entender los diferentes conceptos que aparecen en la factura de la luz. Por eso el Gobierno trabaja en una factura de la luz sea más compresible que la actual.
El objetivo es que sea clara, que se entienda, que no haya que rebuscar ni mirar con lupa, que sean facturas legibles. "No entiendo nada", "fácil, fácil no es", aseguran algunos ciudadanos. Por eso, ya hay sobre la mesa varios cambios en los que trabaja el Gobierno junto a las compañías. Muy pronto todas las facturas tendrán que llevar de forma obligatoria un código QR que nos lleve a un comparador de precios, que muestre el tope del gas o ayudas como el bono social.
Saber lo que consumen nuestros vecinos
Otra de las novedades que ya se puede ver en algunas facturas es el consumo de nuestros vecinos. Lo que para algunos es "cotilleo puro" para otros es una herramienta esencial para saber si estamos consumiendo lo mismo que las viviendas de nuestro entorno o es mucho mayor "y eso nos alertaría y diríamos aquí pasa algo", nos dice una consumidora. De momento, los comercios no le ven mucha utilidad tal y como nos cuenta Ana "si yo utilizo el secador todo el día lo voy a seguir utilizando". El Ministerio de Transición Ecológica ya está en ello y pronto será obligatorio para todas las compañías.
Partir de 0
Para algunos expertos esta medida es insuficiente, porque partirían directamente de 0. Para Jorge Morales de Labra, director de Próxima Energía "factura en blanco, preguntarnos qué necesita el consumidor para entender lo que la gente paga en el recibo de la luz". Además hay diferencias en función del mercado al que se pertenezca. "Las facturas del mercado regulado están completamente establecidas en el Boletín Oficial del Estado y en el mercado libre hay cierta libertad"
Además hay nuevos conceptos como el cobro del tope al gas que todavía no queda claro para muchos. Por eso, los expertos insisten en la necesidad de simplificarlas.